Como argumentaba Thompson (1972), la imagen que
observamos es la de Iztlacoliuhqui-Ixquimilli, manifestación especial de
Tezcatlipoca como señor de los pedernales, del frío, del hielo, de la helada,
del pecado y la miseria. Por ello se representa con una cimera que le cubre no
sólo la cabeza, sino los ojos, en señal de ceguera. En la lámina 12 del Códice
Borbónico se le representa, al parecer, usando la piel desollada de un cautivo
y eso
es lo mismo que en esta página del Dresde significan las líneas punteadas sobre
sus extremidades.
En el Códice Chimalpopoca se le menciona en su
aspecto de dios del alba, que sin duda tiene que ver con su representación en
esta escena, en actitud amenazante con lanzadardos y saetas de luz. Su augurio
dice: ‘la Gran Estrella Kaktunal se manifestó en el este, el extranjero es su
[víctima] flechada, son las nuevas de K’uh, su anuncio son señores puestos en
orden, es la fama de Ahan(?)’. Ya vimos que K’uh significa ‘Dios’ y alude al
concepto de lo divino o sagrado por antonomasia.
Tomado de Erik Velásquez García, “Códice de
Dresde”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 67, pp. 70-71.
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