Guilhem Olivier
El consumo de pulque obedecía
a reglas estrictas entre los antiguos nahuas y entre otros pueblos del México
antiguo. Sin embargo, aparecen en sus mitos varias deidades en estado de
ebriedad. Asociada con el final de las eras cosmogónicas, la ebriedad de los
dioses los señala como transgresores a punto de ser derrocados como soles. Las
fuentes revelan también que la embriaguez tiene una dimensión sacrificial que
conduce a un renacimiento, es decir, constituye una etapa en el camino mítico
que recorren deidades como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, desde la muerte hasta
el renacimiento.
Los nahuas actuales de la Sierra
Norte de Puebla contaron a Alessandro Lupo una versión muy peculiar –para
nosotros– del Evangelio. Le explicaron cómo los judíos que planeaban envenenar
a Jesucristo –quien estaba en la cruz– le dieron vinagre para beber...
Entonces lo bendijo y dijo que: “No,
con esto no voy a morir, esto se lo van a tomar mis hijos y van a dormir, y van
a volver en sí otra vez. Como yo voy a morir, yo también tengo que resucitar
mañana, pasado”. Y así por eso nos emborrachamos y volvemos en sí otra vez. Y
con eso [con el vinagre] lo querían envenenar ya para que se muriera. Y no se
murió ése. Sino lo bendijo para que lo tomáramos nosotros sus hijos... Sí, se
volvió refino pa’ nosotros. Eso tomamos, y nos dormimos de borrachos y volvemos
en sí otra vez al poco rato.
Este mito de origen del aguardiente
se puede comparar con otros relatos recopilados después de la conquista que nos
hablan de la creación del maguey y del pulque, pero también con narraciones que
describen a varias deidades prehispánicas en estado de ebriedad.
Los 400 conejos y el consumo
del pulque en la época prehispánica
Cabe precisar que los dioses del
pulque eran innumerables. En los códices y en las fuentes escritas aparecen Ome
Tochtli, Tepoztécatl, Tezcatzóncatl, Toltécatl, Yauhtécatl, Izquitécatl,
Pahtécatl, Cuatlapanqui, Tlilhua y otros más. En conjunto se les llamaban
centzon totochtin, “400 conejos”. Los informantes de Sahagún explican este
nombre “porque antes atribuían el pulque a los conejos, los adoraban los
antiguos”. Las distintas maneras que tenían los hombres de embriagarse eran
atribuidas a los muchos dioses del pulque que poseían a los ebrios; se decía:
“Cuando algunos se embriagan, uno llora mucho, y alguno riñe con la gente,
grita a la gente. De quien grita a la gente o llora, se dice: ‘Es como su
conejo’”.
Estaba prohibido insultar a los
borrachos, ya que se podía afectar a la deidad del pulque que los poseía; por
lo tanto, las transgresiones de las personas ebrias eran a menudo perdonadas,
ya que se consideraba que los culpables no eran dueños de sus actos en estos
momentos. Ahora bien, existía una reprobación social en contra de los borrachos
e incluso algunas leyes que los castigaban, lo cual parece contradecir lo que
acabamos de afirmar en cuanto a la falta de responsabilidad de la persona
ebria. Sea como fuere, la ingestión de pulque estaba estrictamente reglamentada
y sólo era permitida a las personas de más de 52 años, a los miembros de la
elite en ciertas circunstancias y a la gente común durante algunas fiestas.
Olivier, Guilhem, “Los dioses ebrios
del México antiguo. De la transgresión a la inmortalidad”,Arqueología
Mexicana, Núm. 114, pp. 26-33.
• Guilhem Olivier. Doctor en historia.
Investigador en el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Autor de Tezcatlipoca. Burlas y
metamorfosis de un dios azteca (FCE,
México, 2004), y coordinador, con Leonardo López Luján, de El sacrificio humano en la
tradición religiosa mesoamericana (INAH/IIH, México, UNAM, 2010).
No hay comentarios:
Publicar un comentario