Elliot M. Abrams
Los
arqueólogos que utilizan el enfoque antropológico siguen explorando las maneras
de analizar el trabajo y la organización requeridos para la construcción de las
enormes pirámides de la antigüedad. Combinada con los análisis artísticos y
otros estudios complementarios, la energética arquitectónica nos brinda un
amplio abanico de enfoques respecto a la construcción de obras en el pasado.
Algunas de las pirámides más grandes del mundo se construyeron
en sitios de México como Teotihuacan, estado de México, y Palenque, Chiapas. Al
visitar estos u otros grandes sitios de México, lo que más nos impresiona es su
presencia. Los monumentos del pasado nos asombran por su magnitud, altura y
esplendor artístico, y nos llevan a pensar en sus constructores. Al enfrentar
en silencio los monumentos también nos preguntamos, con frecuencia, cómo fueron
hechos: ¿cómo pudieron imaginar semejantes obras pueblos que solamente contaban
con herramientas de piedra y madera, y con su fuerza de trabajo humana? ¿Cómo
lograron construir tan impresionantes obras arquitectónicas?
Para contestar a estas preguntas, los arqueólogos que utilizan
el enfoque antropológico usan diversas metodologías de cálculo, en una esfera
que he llamado “energética arquitectónica”, cuyo objeto es determinar los
costos humanos invertidos en la construcción. He realizado muchos análisis de
este tipo en la arquitectura antigua, particularmente en las pirámides mayas; los
resultados nos permiten estimar el número de personas que intervinieron en la
construcción y la forma de organizar el trabajo a fin de lograr semejantes
proyectos de ingeniería. Este método nos muestra, de manera significativa, la
equivalencia de una pirámide en trabajo humano y, por consiguiente, permite ver
el pasado en su aspecto humano.
Energética
arquitectónica
El estudio de la energética arquitectónica comienza con un
detallado mapa de la pirámide, los materiales empleados y las dimensiones derivadas
de la investigación arqueológica. Luego se calcula el volumen de material bruto
ocupado en la pirámide –piedra, madera, tierra– y así llegamos al cálculo
aproximado de los materiales que fueron utilizados en la construcción de la
pirámide.
También debemos saber cuánto tiempo tomó hacer cada una de las
tareas, ya que en la construcción de las pirámides había muchos quehaceres
diferentes. Los obreros tenían que obtener los materiales en bruto, llevarlos
hasta el sitio, trabajar algunos objetos (como las piedras que sirven de
recubrimiento) y finalmente levantar la estructura completa. Todos esos
trabajadores debían ser organizados para ser eficientes. Cualquier falla en
alguna de las etapas habría retrasado el proceso en su conjunto y demasiadas
fallas habrían significado la ruina del arquitecto de la realeza encargado de
supervisar la obra. Todos los proyectos debían planearse de tal manera que
fueran realizados en época de secas, no dedicada a la agricultura, de modo que
siempre había algún plazo límite para los proyectos.
Para determinar el tiempo que requería cada una de las tareas,
los antropólogos deben hacer experimentos que simulen cada una de dichas etapas
constructivas. Cuando trabajé en los sitios mayas de Copán, en el occidente de
Honduras, y en Palenque, Chiapas, se pidió a los trabajadores que
reconstruyeran los edificios antiguos excavados, bajo la supervisión de
arquitectos profesionales. Tuve la oportunidad de ver a los trabajadores
construyendo las paredes y colocando mortero detrás de los muros de contención,
tal y como debieron hacerlo los mayas en el pasado. En algunos casos llevé a
cabo experimentos independientemente del trabajo de restauración; por ejemplo,
contraté a un talentoso labrador de cantera local y tomé el tiempo que le llevaba
labrar una escultura maya. El resultado final de estas observaciones
cronometradas nos permitió calcular los costos que implicaban las tareas
constructivas y el acopio de los materiales en bruto de cada edificio. Al
combinar ambos datos puede calcularse el costo aproximado de cada edificio en
términos de trabajo humano, medido en días-hombre.
Abrams, Elliot M., “La construcción de grandes pirámides de
México”, Arqueología Mexicana núm. 101, pp. 64-67.
• Elliot M. Abrams. Doctor en antropología. Profesor de
antropología en la Universidad de Ohio, Athens, Ohio.
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