jueves, 24 de noviembre de 2016

CONSERVACIÓN DE SITIOS CON ARTE RUPESTRE EN COAHUILA

El patrimonio rupestre es el que está hecho en o con las rocas. En Coahuila, el cien por ciento de los vestigios arqueológicos es de este tipo y su conservación requiere de estrategias específicas porque forma parte del entorno natural de profundas cañadas o lugares aislados en el desierto; ante el reto que conlleva su protección, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) consideran que la herramienta fundamental es la difusión.
Así lo expresa Yuri de la Rosa Gutiérrez, investigador del INAH en dicho estado, quien explica que ante la imposibilidad de cercar cañones, sierras, valles desérticos y cuevas donde se encuentra disperso este tipo de manifestaciones culturales, el INAH-Coahuila desarrolla el Programa de Sensibilización del Patrimonio Arqueológico, dirigido a los ejidatarios que habitan en torno a los sitios y principalmente a la población infantil y juvenil.
La iniciativa comprende pláticas informativas, talleres y conferencias, así como la edición de materiales de divulgación para los niños, a través de los cuales se explica qué es el patrimonio arqueológico, las leyes federales que lo protegen, las características de los vestigios que se encuentran en Coahuila y su valor cultural. Sobre todo se busca concientizar a los adultos y cautivar a los infantes ―que son el sector más receptivo de la sociedad― para que sean aliados en la custodia de los sitios y colaboren para evitar actos de vandalismo, como la pinta de las rocas con manifestaciones culturales.
El programa comenzó en el municipio de Cuatro Ciénegas, donde se han realizado pláticas y talleres en los más de 30 ejidos que existen en la demarcación; asimismo, se tiene un programa permanente de actividades con las escuelas primarias y secundarias que incluye la visita a la Sala de Arqueología de la Casa de la Cultura Municipal, para que cada generación de estudiantes participe del conocimiento de su pasado.
Cuatro Ciénegas es el municipio de Coahuila que más visitas turísticas recibe por la rareza de su área natural protegida ―de humedales en una región desértica―, y es un paraíso para la ciencia por la diversidad de flora y fauna que la habita, comentó el arqueólogo. En la zona natural protegida existen pozas que, como los cenotes de la península de Yucatán, conducen a largos ríos subterráneos, incluso alguno de ellos con salida al vecino estado de Chihuahua, muchos de ellos imposibles de explorar por sus fuertes corrientes.
Pero además de la riqueza biológica, en el interior de la reserva, de suelo desértico, con espejos de agua de un azul cristalino, a la fecha se han descubierto 17 huellas fosilizadas de pisadas humanas de por lo menos 10,000 años de antigüedad, que corresponden a hombres adultos, niños y al parecer a mujer. Las improntas de Cuatro Ciénegas están consideradas dentro de los vestigios de presencia humana más antiguos del país, por eso es necesario involucrar a la población cercana que convive diariamente con el sitio, a fin de que lo valore y ayude en su conservación. En este lugar el INAH ha desarrollado un importante proyecto de investigación dirigido por la arqueóloga Leticia González Arratia.
Yuri de la Rosa calcula que en Coahuila se conocen alrededor de 200 sitios con patrimonio rupestre, pero advierte que debe haber muchos más, aún escondidos en las cumbres de la inmensa Sierra Madre Oriental y los extensos valles del desierto.
Pinturas y petrograbados plasmados en la matriz de la roca; cuevas mortuorias con entierros que guardan testimonios de la cosmovisión indígena; industria lítica empleada para la caza y actividades cotidianas; rastros de la colecta de plantas, frutos y semillas y de su procesamiento para obtener fibras vegetales, y artefactos de molienda, son algunos de los vestigios arqueológicos hechos de o en las rocas que se descubren andando los parajes de escarpados y cañadas.
Otros municipios de Coahuila donde se ha aplicado el Programa de Sensibilización del Patrimonio Arqueológico son: General Cepeda, Ramos Arizpe, Parras de la Fuente y Ocampo, al ser demarcaciones con sitios que tienen importantes concentraciones de manifestaciones rupestres.
El programa se ha extendido también a militares del Ejército Mexicano, como resultado de un trabajo conjunto con dicha institución y que forma parte de las acciones que lleva a cabo el INAH para la prevención del robo y tráfico ilícito de patrimonio cultural; la finalidad es que la milicia cuente con herramientas que le permitan identificar una pieza arqueológica, en caso de encontrarla en retenes o durante los rondines y cateos.
Yuri de la Rosa, quien desde hace 15 años investiga la región y ha registrado varios de los más de 100 sitios que se tienen conocidos hasta el momento en el estado, destacó que Coahuila es la tercera entidad más grande del país y la mayor parte de su territorio permanece virgen para la investigación, dado que la arqueología del norte es reciente y se ha explorado aproximadamente tres por ciento del territorio; el Centro INAH, por ejemplo, se creó en 1997 y antes de 2001 Cuatro Ciénegas no había sido investigado; en tanto, para un arqueólogo estudiar una sierra del estado es trabajo de una vida.
Entre los sitios arqueológicos rupestres que el INAH ha registrado en Coahuila están La Cueva Pinta, ubicada en el valle desértico El Sobaco, entre los municipios de San Pedro de las Colonias y Cuatro Ciénegas, donde se observan pinturas rupestres; El Hundido, con seis unidades arqueológicas; Cueva de la Candelaria, una de las cuevas mortuorias más importantes de México donde se hallaron más de 600 entierros humanos envueltos en fardos y acompañados de restos de bolsas y sandalias hechas con plantas procesadas con herramientas líticas, ejemplo de elaborados ritos mortuorios.
También se encuentran el sitio de huellas humanas fósiles impresas en la roca, en Cuatro Ciénegas; la cueva habitacional La Espantosa, con vestigios de uso doméstico, y Narihua, un extenso valle donde los petrograbados parecen florecer en la pendiente de un cerro. De acuerdo con el especialista del INAH, los sitios arqueológicos de Coahuila datan de diversas antigüedades, desde por lo menos hace 10,000 años a la época de colonización española, en el siglo XVIII.
Dirección de Medios de Comunicación, INAH
La milpa y las chinampas

Cuando un mexicano ve imágenes de los campos cultivados solamente con maíz en otros países, se admira de su belleza: plantas muy semejantes de aspecto y tamaño, en terrenos donde no crece otra cosa. Pero no debe envidiarlos, ya que aquí se desarrolló una de las técnicas agrícolas más sensatas y productivas del mundo, desde los puntos de vista ecológico y de seguridad alimentaria: la milpa. Esta forma de sembrar es tridimensional y la ejemplificaremos con una de sus formas más frecuentes. El eje vertical está formado por las plantas de maíz, donde se apoyan las enredaderas de frijol. Ahí comienzan los hechos notables: el frijol tiene en sus raíces conglomerados con bacterias capaces de tomar el nitrógeno del aire para formar aminoácidos y fertilizar la tierra. Además tanto la semilla de frijol como la de maíz carecen de algunos aminoácidos en cantidad suficiente para la dieta humana, pero su combinación culinaria los complementa. Por esta razón, un taco con frijoles o cualquier otra combinación es un platillo más nutritivo que si se comieran por separado.
En el piso de la milpa crecen las guías de las calabazas, cuyas hojas horizontales guardan la humedad y tienen sustancias capaces de controlar algunas plagas de insectos. De manera espontánea brotan en la milpa los quelites o hierbas comestibles silvestres, considerados una plaga en otras regiones, pero aprovechados aquí para enriquecer con sabores, texturas, olores y nutrimentos los platillos. En la periferia de la milpa se suelen sembrar chiles, cuyo papel no sólo es dar sabor y color a la comida, sino que además contribuyen al control de plagas. El generoso maíz ocasionalmente se infesta por un hongo de aspecto desagradable pero de exquisito sabor, el huitlacoche o cuijtlacoche.
Ante la abundancia de alimentos, llegan aves, mamíferos e insectos cuyo destino final puede ser también la cocina y que además agregan variedad a la dieta.
Una notable variante de la milpa es aquella que se siembra en chinampas. Para ello se aprovechan las orillas de lagos, ríos, zonas pantanosas, donde el agua es constante y relativamente quieta. Se construyen zonas elevadas, con forma rectangular, por arriba del nivel del agua, aprovechando la tierra del fondo de las aguas. Para lograr su estabilidad se siembran en su periferia los árboles conocidos como ahuejotes (Salix bonplandiana), cuyas raíces sostienen la tierra y cuyo follaje da sombra. Así, cada parcela queda rodeada por un canal por sus cuatro lados y se asegura la humedad constante. Esta técnica agrícola pervive en Xochimilco, pero en el pasado fue desarrollada en otros sitios de México. Con ella se pueden lograr hasta tres cosechas de maíz al año. Es uno de los sistemas de cultivo más eficientes del mundo, ideal para hacer autosuficientes a las familias, aunque cada vez está menos en uso.
En la historia de mexico se an escrito muchos errores. por la pluma extranjera, acontinuacion un video acargo del maestro ocelocoatl. es un gran error llamar PIRAMIDES a nuestros centros de Energia. El cual fueron comparados por los escritores de su tiempo y actuales, con las piramodes de Ejipto. el nombre de los grandes centros de energia se llaman TZAKUALLI. y puede recibir otro nombre dependiendo de la Energia y estructura,apartir de este nombre base.

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