Autor:
Dirección General de Divulgación de la Ciencia
Según lo
narran historiadores y geólogos, la Cuenca de México era espectacular.
Uno puede imaginarse a los españoles verla y maravillarse con su extensión y
belleza. De aquella época
a la fecha lo único que queda son pequeños lagos y demasiados asentamientos
humanos. Además, algunos de los ríos que la proveían de agua son
utilizados como contenedores de aguas negras y los problemas de hundimiento de
la gran ciudad son algo común.
El altiplano donde
se localiza la Cuenca de
México está escudado por
cadenas montañosas: la Sierra Nevada que se ubica al este, la Sierra de las
Cruces en el oeste y la Sierra del Chichinautzin en el sur.
La Cuenca
de México originalmente fue una cuenca endorreica, es decir, no tenía salidas
hacia el mar y toda la lluvia que se precipitaba generaba escurrimientos, por
lo que se creó un gran lago. En el siglo XV, en una parte central de la
cuenca había topográficamente zonas como islas en donde se asentaba la
población azteca. Además, debido al Albarradón de Nezahualcóyotl, quedó
dividida en el Lago de México y el Lago de Xochimilco. Los albarradones son
obras hidraúlicas que permitían controlar el paso del agua de los lagos y
evitar inundaciones.
Durante la
Conquista, el agua de ambos lagos disminuía por los asentamientos humanos y la
deforestación de la cuenca. Se construyó el Albarradón de San Lázaro y
esto formó un semicírculo que rodeaba la ciudad por el lado oriente. En esta
época empezaron las obras de desagüe de la Ciudad de México.
A pesar de ser una
cuenca endorreica, fue disminuyendo por causas naturales como la erupción de la
Sierra Chichinautzin que ocasionó fracturas sobre las que empezaba a filtrarse
el agua hacia el sur. Además, algunos efectos macrosísmicos permitieron que se
filtrara agua y el lago se fue extendiendo hacia el norte.
“Una
ventaja de la Cuenca de México es que, a diferencia de otras grandes ciudades
del mundo, no tiene un cauce de un río de gran flujo que le sirva de soporte
hídrico. En cambio tiene una arcilla lacustre que se generó por este proceso
endorreico, que formó ese lago original y que al irse desecando formó un área
lacustre”, explicó el maestro Cuauhtémoc Torres Ruata, del Instituto de Geografía de la
UNAM.
Hoy, en
ausencia de un gran cauce se tienen una serie de ríos que bajan de la Sierra
Nevada, como el Río de la Compañía y el Río de los Remedios, además
hay otros que drenan las sierras de las Cruces de Monte Alto y Monte Bajo, como
el Río Magdalena y el Río de La Piedad, que son conductores de aguas negras, y
el Río de la Concepción, que originalmente proveyó de agua al Lago de Zumpango.
Las
primeras inundaciones de lo que hoy es la Ciudad de México fueron producto del
desnivel de los lagos que existían en ese momento. El Albarradón de
Nezahualcóyotl, al oriente de la ciudad, fue la solución, pues dividió al Lago
de Xochimilco en dos. El del lado occidental recibió el nombre de Lago de
México.
Para el siglo XV la
Cuenca estaba dividida en seis
lagos: el de Texcoco, el de Chalco, el de Xochimilco, el de Xaltocán, el de San
Cristóbal y el de Zumpango. Los mexicas se asentaron en una parte del
Lago de Texcoco y la ciudad que habitaban era prácticamente una isla
artificial, cuya desventaja más visible eran las inundaciones que se producían.
A
principios del siglo XX se terminó de construir el gran canal de desagüe y en
la década de 1960 inició la construcción del drenaje profundo para ir sacando
las aguas negras de la Ciudad de México.
La
cuenca del Valle de México
Gran
extensión
La Cuenca de México
tiene más de 9 mil kilómetros cuadrados. Sus fuentes de recarga del agua
subterránea son las precipitaciones pluviales y el hielo que se genera en las
montañas.
Una
ciudad que se hunde
La extracción
inadecuada del agua subterránea provocó el hundimiento del suelo y la
dislocación del drenaje urbano. Con grandes obras ingenieriles se han
controlado estas problemáticas.
Cambio
de hábitat
La cuenca estaba
integrada por varios lagos. El agua que le llegaba provenía de los ríos que
descienden de las montañas que la rodean, algunos de éstos hoy son ocupados
para aguas negras.
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