Takeshi Inomata
Los
cortesanos en la sociedad maya del Clásico fueron a la vez los miembros del
hogar extendido del gobernante, administradores de la entidad política,
productores de objetos valiosos y actores en ceremonias. Las residencias de la
familia real y los cortesanos fueron protagonistas importantes de esas
actividades.
La corte real en la sociedad maya del Clásico comprende al grupo
de diversas personas que rodean el gobernante, e incluía tanto a la familia
real y los nobles como a enanos y payasos. Estos individuos se encargaron de la
administración de la entidad política, pero la clave para entender la corte
maya reside en cómo esta función administrativa se fundió con la vida doméstica
de la familia real y otros cortesanos, la diplomacia con otras cortes, las
ceremonias y la producción de objetos valiosos. En la sociedad moderna estas
categorías generalmente están separadas claramente en nuestras concepciones y
actividades. Consideramos que los trabajos que desempeñamos en las oficinas son
distintos de la vida doméstica, vinculada con los hogares, y de las actividades
rituales, que realizamos en los templos. En la corte maya tal separación fue
más vaga. En la sociedad maya del Clásico, las casas de los cortesanos fueron
tanto los lugares de la vida doméstica como el escenario de actos políticos y
rituales.
La corte maya fue en un sentido el hogar extendido del
gobernante, quien actuó a la vez como la cabeza de familia, el líder político y
el sacerdote principal. Los otros miembros de la corte asistían al gobernante
en esas diversas funciones. Sin embargo, no debemos pensar que el rey tenía el
poder absoluto. Su posición y estatus fueron principalmente simbólicos. Los
planes y decisiones en muchas ocasiones pueden haberse debido a sus asesores.
Las funciones de la corte fueron organizadas según diferentes posiciones y
títulos oficiales, pero las interacciones entre diversos individuos
caracterizaron a la corte como una entidad fluida, probablemente influida por
diferentes ideas y emociones personales. Hubo numerosas cortes reales en la
sociedad maya del Clásico, las cuales interactuaron constantemente por medio de
la diplomacia, intercambios económicos, matrimonios y guerras.
Aguateca era un centro de tamaño mediano que se encontraba en el
bosque tropical de Guatemala y tenía relaciones complejas con la dinastía de
Tikal. Aguateca fue atacado por sus enemigos al final del Clásico Tardío,
alrededor de 810 d.C. La parte central de Aguateca fue quemada y numerosos
objetos quedaron sepultados en las casas colapsadas de los cortesanos. El
palacio real parece haber sido vaciado antes del ataque final, pero la familia
real guardó parte de sus pertenencias en un cuarto sellado antes de huir. Las
excavaciones de estos edificios han proveído de información importante sobre la
vida en la corte real.
Inomata, Takeshi, “La vida en la corte maya”, Arqueología Mexicana núm. 110, pp. 30-34.
• Takeshi Inomata.
Profesor en la Escuela de Antropología de la Universidad de Arizona. Sus
especialidades incluyen el estudio de cambios sociales y organizaciones
políticas. Después de cumplir su trabajo en Aguateca, dirige un nuevo proyecto
en Ceibal, Guatemala.
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