Hacia 1841 en México se vivía un conflicto político entre
el gobierno de corriente centralista -que facultaba al Presidente para designar
gobernadores así como otras decisiones de los estados tomadas desde la capital
del país-, en oposición a la corriente que optaba por una forma de gobierno
federal que defendía la división de poderes y otorgaba autonomía a los estados.
El Pueblo de
Yucatán
En Yucatán, semillero de ideas liberales, existía
descontento con el gobierno centralista que predominaba. El primero de octubre
de 1841, la Cámara de Diputados local aprobaba el Acta de Independencia de la
Península, estableciendo que “el pueblo de Yucatán, en el pleno uso de su
soberanía se erigía en república libre e independiente de la nación mexicana”.
En aquel momento la Península abarcaba los estados de Campeche, Yucatán y el territorio de Quintana Roo.
Durante este periodo “independiente” se vivieron momentos
importantes a nivel legislativo. Uno de los líderes del movimiento, Miguel
Barbachano, redactó la Constitución de Yucatán de 1841, que destacaba por
reconocer la libertad religiosa, el respeto a las garantías individuales y la
figura del amparo.
Bandera de la República de Yucatán, la Bandera
Yucateca
También desde entonces se estableció la bandera yucateca,
del lado izquierdo en fondo verde cinco estrellas que representaban las ciudades
principales y la esperanza: Mérida, Izamal, Valladolid, Tekax y Campeche. Del lado derecho en color rojo y blanco tres franjas
simbolizando el valor. Seguramente habrás notado algunas camisetas o
calcomanías con la bandera yucateca. Aún existe una memoria de estas ideas de
separación, ahora traducidas en un orgullo yucateco.
El gobierno centralista de México no aceptó esta
independencia. Por un lado envió una avanzada militar para enfrentar a los
separatistas en lo que hoy se conoce como Hacienda Pacabtún en Mérida; por otro
lado, el cierre del comercio entre puertos yucatecos y mexicanos afectaba la
economía de Yucatán. Finalmente, Antonio López de Santa Anna, entonces
presidente, firmaba el 5 de diciembre de 1843 los convenios que otorgaban a
Yucatán autonomía plena, con la condición de que se reintegrara a México.
Hacia finales de 1845 estos convenios fueron suprimidos y
el 1 de enero de 1846, la Asamblea Legislativa de Yucatán declaraba nuevamente
la Independencia de Yucatán del territorio mexicano. Poco duró este segundo
periodo independiente, ya que la crisis generada por la Guerra de Castas entre mayas y mestizos, con enfrentamientos y muertes de
ambos bandos, obligó a los gobernantes a pedir ayuda militar al gobierno
mexicano a cambio de la reincorporación de Yucatán.
El 17 de agosto de 1848, Miguel Barbachano decretó la reincorporación
de Yucatán a la federación mexicana, cerrando definitivamente este capítulo
separatista. Capítulo aparte es la separación de Campeche como estado independiente.
Muy pocos conocen a fondo este fragmento histórico, sin
embargo persisten algunos logros legislativos alcanzados… y la bandera
yucateca.
Por Violeta H. Cantarell
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