lunes, 21 de noviembre de 2016

Nace Emiliano Zapata Salazar en Anenecuilco, Morelos.

8 de agosto, 1879.
Nació en San Miguel Anenecuilco, distrito de Villa de Ayala, Morelos, el 8 de agosto de 1879. Hijo de Gabriel Zapata y Cleofás Salazar, formó parte de una típica familia campesina. Su infancia se desarrolló a la par del latifundismo porfirista en Morelos. Realizó los primeros estudios con el profesor Emilio Vara. Pronto trabajó como labrador y arriero. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuatla, para discutir la forma d defender frente a los hacendados vecinos las tierras del pueblo.
Su rebeldía lo condenó a la leva: en 1908 quedó incorporado al 9o. Regimiento de caballería en Cuernavaca; fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz, mas tarde se le asignó con el mismo puesto a Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, quien le tomó afecto por su destreza con los caballos. En septiembre de 1909 fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco; estudió los documentos que acreditaban los derechos de los pueblos a sus tierras y empezó a perfilarse como líder de los campesinos en Morelos.
En mayo 1910 recuperó por la fuerza las tierras de Villa de Ayala y meses después al comentar con su gente el Plan de San Luis, redactado por Francisco Madero, se entrevisto con él, llegando al acuerdo de levantarse en armas, lo que hizo el 11 de marzo 1911, y alcanzando poco tiempo después el puesto de líder del maderismo en el estado de Morelos.
A la caída de Porfirio Díaz con los Tratados de Ciudad Juárez, Zapata se negó a desarmar a sus tropas sin que antes se realizara el reparto de las haciendas del estado. Esto dio lugar a que el Presidente Interino Francisco León de la Barra lo considerara bandido y rebelde, persiguiéndolo.
En el mes de agosto de 1911, Francisco Madero se entrevistó con Zapata en Yautepec, con el fin de convencerlo de que licenciara sus tropas, pero no se logró ningún acuerdo, pues Madero no podía cumplir el reparto agrario que le exigía a cambio Zapata. Una nueva reunión entre estos dos personajes se llevaría acabo ya siendo presidente Madero de la República, sin llegar nuevamente a ningún acuerdo. Los ataques al movimiento suriano siguieron sin descanso durante todo este tiempo.
El 25 de noviembre de 1911, Emiliano lanzó el Plan de Ayala, redactado por Otilio Montaño, llegando a ser un fiel reflejo de la ideología del campesino. En él, se exigía la redención de la raza indígena y la repartición de los latifundios, se desconocía a Madero como presidente y se reconocía a Pascual Orozco como jefe de la revolución, además, postulaba que la lucha armada era el único medio de obtener justicia.
A la muerte de Madero y con Huerta en el poder, se envía de parte del gobierno usurpador una comitiva encabezada ni mas ni menos que por el padre de Pascual Orozco para llegar a un acuerdo de paz con Zapata, cosa que tampoco pudo lograrse, mandando a fusilar al emisario de paz y enviando de regreso una carta donde repudiaba el gobierno de Huerta. Para mayo de 1912 se reformó el Plan de Ayala, llamando indigno de la presidencia a Huerta y retirándole el cargo de Jefe de la Revolución a Pascual Orozco. Zapata quedó entonces como jefe del Ejercito Libertador. Sin embargo, es preciso decir que esto implicaba no reconocer el Plan de Guadalupe.
En los primeros meses de 1914, Emiliano tomó Jonacatepec y Chilpancingo, por lo que para abril ya había controlado por completo el estado de Morelos y algunos lugares de Guerrero. Poco después conquisto Cuernavaca, y para junio ocupo Cuajimalpa, Xochimilco y Milpa Alta, amagando con tomar la Ciudad de México; sin embargo, las fuerzas constitucionalistas le cerraron el paso al ocupar la ciudad.
Invitado por varios delegados a la Convención de Aguascalientes, envió una comisión integrada por Antonio Díaz Soto y Gama, Leobardo Galván, Paulino Martínez, Manuel J. Santibáñez y Manuel Uriarte, los que quedaron en calidad de observadores hasta que la convención desconoció a Carranza como primer jefe. Se alió con Francisco Villa y reconoció a Eulalio Gutiérrez como presidente provisional.
El 4 de diciembre de 1914 Villa y Zapata tuvieron una celebre entrevista en Xochimilco, lográndose una alianza militar entre ambos ejércitos. Villa aceptó el Plan de Ayala a excepción de sus acusaciones contra Madero y dar armas a Zapata, a cambio, los zapatistas deben cortar las lineas de suministro procedentes de Veracruz del ejército constitucionalistas. El 6 de diciembre de 1914, la poderosa División del Norte y el Ejercito Libertador del Sur entraron a la ciudad de México. logrando así el movimiento zapatista fama nacional.
Emiliano partió rumbo a Amecameca y tomó Puebla el 17 de diciembre, aunque en los primeros días de enero de 1915 la plaza fue arrebatada por las fuerzas de Obregón, quien dedicaría sus mayores esfuerzos para combatir a los villistas, dando lugar a que durante 1915 el estado de Morelos fuera gobernado por sus campesinos levantados en armas, asesorados por sus intelectuales.
En 1916, una vez que Carranza se había instalado en la Ciudad de México y Villa había sufrido serias derrotas por parte del ejército de Obregón, Carranza dispuso la ofensiva contra el zapatismo con apoyo incluso de la aviación, logrando tomar Cuernavaca definitivamente el 8 de diciembre, seguido a ésto, casi todas las poblaciones del estado quedaron en manos de los constitucionalistas.
En 1917 Zapata reconquistó Jonacatepec, Yautepec, Cuautla, Miahuatlan, Tetecala y Cuernavaca. En marzo expidió la ley administrativa para el estado, reabrió las escuelas, creó asociaciones para reiniciar la producción y continuó con la guerrilla en las zonas periféricas y de frontera.
Para 1918 Zapata era un guerrillero con poco futuro, pues su movimiento, indudable manifestación del descontento campesino, no llegó a consolidar una real organización político-militar. Siendo una rebelión de las masas campesinas, se limitó a realizar su guerra de guerrillas a partir de 1918. La guerra por parte del gobierno tomo perfiles despiadados. El gonzalista Jesús Guajardo se fingió resentido con el carrancismo y dispuesto a unirse al movimiento suriano, Zapata pidió pruebas, Guajardo se las dio. Se citaron en Chinameca el 10 de abril de 1919, y Zapata murió presa de una emboscada.

Esto dio lugar a que una vez muerto Emiliano, se convirtiera en Apóstol de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos. El movimiento continuó aunque en franco declive, y los zapatistas acordaron nombrar a Gildardo Magaña como jefe del Ejército Libertador del Sur. Casi un año después se integraron al movimiento aguaprietista.

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