Botánicamente,
las plantas de la calabaza tienen flores masculinas y femeninas, y el fruto, la
calabaza, procede de éstas. Las flores son brillantes y coloridas, y tienen
vida extremadamente corta, las flores de algunas especies se abren tan sólo por
un día. El color de las calabazas viene de los abundantes pigmentos anaranjados
que hay en las flores de la planta.
En
México se comen las flores y los tallos tiernos que provienen, principalmente,
de Cucurbita argyrosperma (calabaza pipiana), Cucurbita moschata (calabaza de Castilla), Cucurbita ficifolia(chilacayote)
y Cucurbita pepo (calabacita).
Las
características de las calabazas y su adaptación al cultivo hacen que prácticamente
en cualquier época del año haya flores y tallos en los mercados del México
central. En la calabaza de Castilla se han contado entre 174 y 222 flores por
planta. Las calabazas tienen dos épocas en que las flores pueden ser
aprovechadas: la primera ocurre entre finales de mayo y principios de junio, y
la segunda va de finales de agosto a principios de octubre. Los campesinos que
la tienen en cultivares pequeños, casi siempre junto a otros cultivos más
comerciales, aprovechan los frutos inmaduros y sus flores consumiéndolas
domésticamente o comercializándolas en los mercados regionales.
En las
flores y los tallos jóvenes está la mayor parte de los nutrientes. Una
importante cantidad de vitaminas y aminoácidos se concentran en esas partes de
la planta. Comer tallos y flores es común en muchas partes de México, aunque en
otras es totalmente desconocido. Las flores de la calabaza no tienen aroma y
sus pétalos, lo mismo que el resto de la flor, se cuecen muy fácilmente. Para
potencializar su ligero y agradable sabor se combinan con epazote y sal
principalmente. Desde tiempos prehispánicos, las flores y tallos tiernos son
importantes en la gastronomía de México y hay platillos muy tradicionales
hechos con ellas –como la sopa de guías de Oaxaca y las quesadillas que se
comen en muchos lugares del Centro de México– y cremas u otros platillos
creados por cheffsdebido
a que la cocina mexicana está siendo revalorada en estos tiempos.
Tomado
de Enrique Vela, Arqueología
Mexicana, Especial 36, La
calabaza, el tomate y el frijol, Catálogo
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