Mercedes de la Garza
En este trabajo se presenta
la significación simbólica del perro xoloitzcuintli en las culturas náhuatl
y maya prehispánicas. Por ser un perro anormal, el xoloitzcuintli fue considerado
sagrado, con las funciones de representar a los hombres en el sacrificio y
conducir a sus espíritus al inframundo. Y como deidad, fue Xólotl, el hermano
gemelo de Quetzalcóatl, el encargado de conducir al Sol en su viaje por el
inframundo y patrón de todo lo doble, considerado anormal.
El animal más cercano a los seres
humanos, que los ha acompañado en su vida cotidiana quizá desde la aparición
del Homo sapiens sapiens,
es el perro. Y en las culturas mesoamericanas no sólo ha sido compañero por
excelencia del hombre, sino también su sustituto ante los dioses en el
sacrificio, su antepasado, su conductor al más allá, el proveedor del fuego y,
con ello, de la civilización.
En Mesoamérica había distintas
clases de perros antes de la llegada de los españoles con sus canes, pero los
conquistadores debieron sorprenderse grandemente al conocer a los xoloitzcuintli. En laRelación
de la Ciudad de Mérida se
afirma: “Hay perros naturales de la tierra que no tienen pelo ninguno, y no
ladran, que tienen los dientes ralos y agudos, las orejas pequeñas, tiesas y
levantadas… y también los indios tienen otra suerte de perros que tienen pelo,
pero tampoco ladran y son del mismo tamaño que los demás”.
Estos perros son, respectivamente,
el k’ik’bil pek, perro
nativo sin pelo, el kus y el tsom,
perros con pelo. Los nahuas, por su parte, llamaban al perro pelón xoloitzcuintli, que es
descrito por el médico Francisco Hernández como el más grande de los perros
autóctonos sin pelo, de piel suave y lisa, manchada de leonado y azul. Sahagún,
por su parte, proporciona varios otros nombres de perros, entre ellos, los
nombres genéricos chichi e itzcuintli,
y añade que tienen las cualidades de nobleza y cariño por sus amos que tiene cualquier
perro. O sea que había itzcuintlis que no eran pelones, que no eran xolo.
De los xoloitzcuintli, el fraile
dice que los cubrían con mantas para dormir y que no nacían así, sino que de
pequeños los untaban con una resina llamada óxitl para que se les cayera el pelo.
Obviamente no era así, pues esta clase de perro, que ha sobrevivido hasta hoy y
que se conoce como “pelón mexicano” o Canis
africanus, es un can muy peculiar, ya que en la misma camada algunos nacen
con pelo y otros, pelones, por lo que hay quienes no lo consideran propiamente
una raza. Los pelones tienen rasgos muy distintivos: les faltan muchos de los
dientes, tienen un grado más de temperatura corporal que la normal y sudan
copiosamente del vientre. Casi no ladran ni gimen, por lo que los
conquistadores les llamaron “perros mudos”. Estos rasgos se deben a un gen
semiletal homocigótico que se transmite a los hijos. Ese gen es el dominante,
pero tienen otro recesivo que produce hijos con pelo. De este modo, los xoloitzcuintli siempre son heterocigotos. Sus
hermanos que nacen con pelo tienen la dentadura completa y la temperatura
normal, y si se cruzan con otros peludos todos sus hijos serán peludos porque
carecen de ese gen. Hoy existen tres tamaños, que los criadores denominan
“miniatura”, “toy” y “estándar”, y tienen todos los rasgos descritos en las
fuentes. Esa clase de perros sin pelo no sólo ha existido en Mesoamérica, sino
también en Perú, Etiopía, Turquía, China, El Congo, Paraguay y Argentina.
Los nahuas sabían muy bien que este
perro constituía una anormalidad, de ahí su nombre,xoloitzcuintli, ya
que xolo significa deformidad, monstruosidad;
eran xolo los jorobados, los enanos y todo lo
doble, como los gemelos, por eso se dice que mataban a uno de ellos.
De la Garza, Mercedes, “El carácter sagrado del xoloitzcuintli entre los nahuas y los mayas”,Arqueología Mexicana, núm. 125, pp.
58-63.
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