Entre
los mexicas, a la borrachera se le asociaba con los conejos y tal como estos
son muchos se decía que había numerosos modos de expresar los efectos del
pulque. Esta cita, tomada de la obra de Sahagún, reseña algunas de las
conductas de buenos y malos borrachos:
Más,
decían que el vino se llama centzontotochti, que quiere decir
"cuatrocientos conejos'', porque tiene muchas y diversas maneras de
borrachería. Algunos borrachos, por razón del signo en que nacieron, el vino no
les es perjudicial o contrario: en emborrachándose, luego cáyense dormidos o
pónense cabizbajos, asentados y recogidos. Ninguna travesura hacen ni dicen. Y
otros borrachos comienzan a llorar tristemente y a sollozar, y córrenles las
lágrimas por los ojos como arroyos de agua. Y otros borrachos luego comienzan a
cantar, y no quieren parlar ni oír cosas de burlas, mas solamente reciben
consolación en cantar. Y otros borrachos no cantan, sino luego comienzan a
parlar y hablar consigo mismo, o a infamar a otros y decir algunas
desvergüenzas contra otros, y antonarse y decirse ser unos de los principales,
honrados, y menosprecian a otros, y dicen afrentosas palabras, y álzanse, y
mueven la cabeza diciendo ser ricos y reprendiendo a otros de pobreza, y
estimándose mucho, como soberbios y rebeldes en sus palabras, y hablando recia
y ásperamente, moviendo las piernas y dando de coces. Y cuando están en su
juicio, son como mudos y temen a todos, y son temerosos, y escúsanse con decir:
"Estaba borracho y no sé lo que me dixe. Estaba tomando del vino". Y
otros borrachos sospechan mal. Hácense sospechosos y mal acondicionados, y
entienden las cosas al revés, y levantan falsos testimonios a sus mujeres,
diciendo que son malas mujeres. Y luego comienzan a enojarse con cualquiera que
habla a su mujer, etcétera. Y si alguno habla, piensa que murmura dél. Y si
alguno ríe, piensa que se ríe dé!. Y ansí riñe con todos sin razón y sin
porqué. Esto hace por estar trastornado del vino.
Y si es
mujer la que se emborracha, luego se cae asentada en el suelo, encogidas las
piernas. Y algunas veces estiéndese las piernas en ese suelo. Si está muy
borracha, desgréñase los cabellos. Y está toda descabellada, y duérmese
revueltos todos los cabellos, etcétera.
Todas estas
maneras de borrachos ya dichas decían que aquel borracho era su conejo, o la
condición de su borrachez, o el demonio que en él entraba.
Si algún
borracho se despeñó o se mató, decían "aconejóse''. Y porque el vino es de
diversas maneras y hace borrachos de diversas maneras, llamaban centzontotochti, que son "cuatrocientos
conejos'', como si dixesen que hacen infinitas maneras de borrachos...
Fray
Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, 1988, t. 1, pp. 239-240
Tomado
de Arqueología Mexicana núm. 59, p. 7.
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