LA TURQUESA Y SU ATRIBUTO DE LO PRECIOSO
Los nahuas también creían que el tiempo posee un
aspecto material que se puede comparar con la hierba. Diego Durán explica el
significado de xiuhtzitzquilo, nombre del primer mes del año, de la siguiente
manera:
“La primera se llamaba Xiuhtzitzquilo, que
quiere decir “tomar el año en la mano”, y lo segundo… “tener un ramo en la
mano”. Y porque lo entendamos, es de saber que xihuitl significa dos cosas:
“año” y “ramo”… Según la pintura, que es un indio
con un ramo en la mano, parece que nos quiere significar la segunda declaración
del vocablo, que es tener un ramo en la mano. Pero considerado, como ellos lo
consideraban que el año era de muchos meses y días, compuesto como el ramo de
muchas ramas y hojas, propiamente, aunque por metáfora, quiere decir “tomar el
año en la mano”, empezar el año, como acá decimos: Tomé el camino en la mano,
para dar a entender que empezó el camino” (Durán, 1984, p. 239).
De igual manera, el aspecto material de los años
como un ramo se expresa claramente en la escultura de xiuhmolpilia, en forma de
una atadura de palos que representan los 52 años o “un siglo” en el mundo
mesoamericano. El significado de “turquesa” viene del color verde-azul de la
hierba. En el libro XI del Códice Florentino, Sahagún cuenta que alrededor de
las piedras verdes preciosas crecen las hierbas frescas y verdes porque las
hierbas son los alientos de las piedras verdes, y también que el color de las
hierbas se asocia con el nombre de turquesa. En el mismo libro se habla de unas
piedras que contienen la palabra xíhuitl en su nombre: teoxíhuitl, “turquesa
fina”, xiuhtomolli, “turquesa redonda”, y xiuhmatlalitztli, “piedra
preciosísima de color azul, zafiro”. Todas las piedras comparten no sólo el
color sino también el atributo de lo precioso.
Tomado de Mutsumi Izeki, “La turquesa. Una piedra
verde cálida”, Arqueología Mexicana, núm. 141, pp. 34-38.
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