sábado, 5 de noviembre de 2016

LA REGIÓN MAYA EN EL CLÁSICO TEMPRANO, PLANTAS MÁGICAS, SU BIOQUÍMICA, XOCHIPILLI Y LOS PSICOTRÓPICOS


Clásico Temprano (150/200-600 d. C.)

En las Tierras Bajas mayas surgió hacia 150-200 d. C. una cultura vigorosa que compartía características fundamentales con las sociedades mesoamericanas del Centro de México, aunque difería en otros aspectos, como los estilos artísticos y arquitectónicos y las prácticas políticas. La escritura jeroglífica estaba muy desarrollada e incluía elementos fonéticos y sintácticos que acercaban lo escrito al lenguaje oral. Constantemente se logran avances en el desciframiento, y por ello ahora es posible leer gran parte de las inscripciones que, sin duda, se escribieron con fines políticos, por lo cual su importancia no sólo es aparente. Estos logros nos permiten aprender mucho acerca de la historia dinástica de centros importantes como Tikal, Copán, Calakmul y Palenque.

Mucho se ha debatido sobre si había numerosas organizaciones políticas pequeñas e independientes o sólo unos cuantos centros importantes que dominaban a los pequeños y creaban estados regionales. Es probable que la situación política fuera inestable. Las unidades básicas eran pequeñas formas de gobierno sobre las que grandes centros como Calakmul y Tikal establecieron hegemonías frágiles y cambiantes. En cualquier caso, ningún centro maya dominó toda la región durante mucho tiempo, como sucedió en la altiplanicie con Teotihuacan y Monte Albán.

En el altiplano y la costa del Pacífico de Guatemala también hay sitios mayas del Clásico Temprano donde se continúan las tradiciones bien desarrolladas en el Preclásico Tardío, y la evidencia de escritura jeroglífica es anterior a la encontrada en las Tierras Bajas. En contraste, la práctica de construir estelas con escenas y textos que glorifican a gobernantes desapareció en el Clásico Temprano. En Kaminaljuyú se observa una fuerte aunque enigmática presencia de Teotihuacan. Tanto en el altiplano como en las Tierras Bajas, la interacción con Teotihuacan no condujo a cambios importantes detectables en la sociedad o estilos artísticos mayas. A diferencia de lo sucedido en la Cuenca de México y en Oaxaca, durante el Clásico Tardío hubo un florecimiento de las sociedades y tradiciones culturales mayas de las Tierras Bajas.

Tomado de George L. Cowgill, “ Tiempo Mesoamericano V. Clásico Temprano (150/200-600 d. C.)”, Arqueología Mexicana, núm. 47, pp. 20-27.

PLANTAS MÁGICAS, SU BIOQUÍMICA

Plantas alucinógenas.- Escuetamente, los alucinógenos son las drogas que producen alucinaciones, es decir, percepciones sin un objeto convalidado. El peyote y su mezcalina, los hongos y su psilocibina y el LSD, derivado del ergot, son los tres ejemplos más característicos de la familia. A pesar de sus sutiles diferencias de estructura, sus moléculas alucinógenas actúan sobre las mismas neuronas cerebrales, aquellas que producen el mediador químico llamado serotonina o 5-hidroxi-triptamina, que tiene una similitud química con ellas y que está involucrado en mecanismos nerviosos de la percepción y la emoción.

Plantas inductoras de trance.- Sus efectos son menos espectaculares, pues difícilmente llegan a producir alucinaciones. Sin embargo son plantas rituales de antigua estirpe, entre las que destaca el ololiuhqui, es decir las semillas de la Virgen (Ipomoea violacea y Rivea corymbosa), de uso tradicional en Oaxaca. Producen un estado de letargo y languidez, en el cual los sujetos tienen una percepción incrementada hasta el punto de la irritación y una estimulación de la imaginación que se usa en contextos rituales, precisamente como adivinatoria.

Plantas cognodislépticas.- Son aquéllas del tipo de la marihuana (Cannabis sativa) que no contienen alcaloides sino terpenos, es decir, moléculas sin nitrógeno de efectos muy distintos a los anteriores. Así, aunque estimulan sin duda la imaginación, difícilmente llegan a producir alucinaciones. Más bien destaca el hecho de que alteren mecanismos de la memoria, de tal manera que sea difícil recuperar la información reciente, o bien que aviven todas las sensaciones y la fantasía. Es curioso notar que la marihuana no es una planta de origen americano sino asiático y que haya sido introducida durante la Colonia como fuente de fibra de cáñamo. Sin embargo, poco después empezó a ser usada ritualmente por grupos indígenas.

Plantas delirógenas.- El toloache o tlápatl (Datura stramonium) y el tabaco salvaje o yetl (Nicotiana rustica), son plantas de efectos potentes pero de alguna manera opuesta a los tres grupos anteriores, porque si aquellos amplifican la conciencia, éstos la nublan y la disminuyen: son con toda propiedad los verdaderos “estupefacientes”.

En dosis altas producen un delirio parecido al de la fiebre, con desorientación e intensas alucinaciones que el sujeto puede confundir con la realidad externa. Son plantas de tradición oscura y secreta, usadas en ritos de hechicería, en ocasiones para hacer daño a los enemigos o para atarantar al cónyuge infiel.

Tomado de José Luis Díaz, “Las plantas mágicas y la conciencia visionaria”, Arqueología Mexicana, núm. 59, pp. 18-25

XOCHIPILLI Y LOS PSICOTRÓPICOS

En esta escultura de Xochipilli -dios de las flores, la danza, los juegos y el amor-, procedente de Tlalmanalco, estado de México se ven, según R.G. Wasson, diferentes tipos de plantas y flores psicotrópicas. Hongo de la especie Psilocybe aztecorum, ololiuhqui (Turbina corymbosa), flor del tabaco (Nicotiana tabacum), cacahuaxóchitl o poyomatli (Quararibea funebris) y sinicuichi (Heimia salicifolia). La escultura de Xochipilli, se exhibe en el Museo Nacional de Antropología.

Tomado de José Luis Díaz, “Las plantas mágicas y la conciencia visionaria”, Arqueología Mexicana, núm. 59, pp. 18-25

In Tlaxtlaua (Los pagos)

Tlaxtlaua es aquella deuda que tiene el hombre con sus creadores y la cual debe pagar ya sea mediante el ofrecimiento de incienso, tabaco, alimentos, su propia sangre e incluso su vida.

Existe un segundo tipo de sacrificio, que es cuando las victimas sacrificiales son “no pagos” éstas son las personas que hacen el papel de ixiptla, imagen de los dioses-quienes son la representación viva de las deidades. Estas imágenes de dioses eran concebidos no sólo como personas ataviadas tal cual lo están las deidades, sino que eran vistas, respetadas y veneradas como tales.

Sobre el sacrificio Humano habrá quienes se afanan en negarlos y otros tratan de maquillarlos o incluso de exagerarlos, en función de sus propios intereses y de sus convicciones religiosas.

A continuación describiré brevemente tanto los objetos que se utilizaban para realizar el "pago" de la deuda como los actores que en ella participaban:

Objetos:

Técpatl o cuchillo de pedernal. 
Téchcatl o "piedra de sacrificios"
Xicalli Jícara para sangre o corazones.

Participantes:

Teopixque se le puede considerar el de mayor jerarquía entre los "sacerdotes", su aspecto debía ser deplorable, con adornos relacionados con la muerte y vísceras y coágulos de sangre en su largo pelo desgreñado, que vestía ropas en negro con un corte talar. Eran los encargados de perpetrar los sacrificios humanos.
Tlamacazqui o Tlamacazque. “El ofrendador”. Estudiante del calmecac. El nombre significa “sacerdote”, en el sentido de persona que se dedica a hacer ofrendas a los dioses; los estudiantes del calmecac eran considerados sacerdotes desde su ingreso al templo.

Escrito original Domínguez Angeles 2015. Tesis de Maestría

No hay comentarios:

Publicar un comentario