EMBARAZO EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO
“Nieta mía muy amada y preciosa, como piedra
preciosa, como chalchihuite y zafiro, noble y generosa; ya es cierto ahora que
nuestro señor se ha acordado de vos, el cual está en toda parte y hace mercedes
a quien quiere; ya está claro que estáis preñada, y que nuestro señor os quiere
dar fruto de generación, y os quiere poner un joyel y daros una pluma rica”
Códice Florentino.
Con estas palabras dirigidas a la joven mexica
embarazada se le anunciaba su nueva situación.
Era,
entonces, voluntad de los dioses conceder una nueva vida y depositaria en el
vientre materno. En la misma plática se menciona que: “ ... Quetzalcóatl, que
es creador y hacedor, os ha hecho esta merced. Por ventura lo ha determinado el
que reside en el cielo, un hombre y una mujer, que se llaman Ometecuhtli,
Omecíhuatl”. Una representación del hecho de ser formado por la dualidad
Ometecuhtli-Omecíhuatl, quienes habitan en el treceavo cielo, el Omeyocan, lo
vemos en el Códice Borbónico. En la lámina 13 está Tlazoltéotl en posición de
parto y encima de ella vemos al niño que baja de lo alto y dirige sus pasos
hacia el interior de la diosa. Entre las piernas se ve cómo está siendo dado a luz.
Al parecer, era creencia común en Mesoamérica que los dioses intervenían para
poner vida en el vientre materno. Entre los mayas de Yucatán vemos cómo se pide
a los dioses que les den hijos: “Son gente que desea muchos hijos; la que
carece de ellos los pedía a sus ídolos con dones y oraciones ... “(Landa, 1978,
p. 58).
Aunque los dioses determinaban el embarazo, no
pasaba desapercibido el hecho de la unión sexual. Las siguientes palabras del
padre mexica a la hija son prueba de ello: “... porque aún vivimos los que te
engendramos, pues tú no te hiciste a ti, ni te formaste; yo y tu madre tuvimos
ese cuidado y te hicimos, porque esta es la costumbre del mundo, no es
invención de alguno, es ordenación de nuestro señor dios que haya generación
por vía de hombre y de mujer, para hacer multiplicación y generación ... “
Códice Florentino.
Tomado de Eduardo Matos Moctezuma, “Embarazo, parto
y niñez en el México prehispánico”, Arqueología Mexicana, núm. 60, pp. 16-21.
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