El mito de los cinco soles quedó registrado no
sólo en los textos de la Colonia temprana, sino en monolitos mexicas ejecutados
en las últimas décadas del Posclásico Tardío. a) El principal de
ellos es la Piedra del Sol, en cuyo centro se ven tallados los nombres de los
cuatro primeros soles (en sentido levógiro, se empieza por arriba a la derecha,
Cuatro Jaguar, Cuatro Viento, Cuatro Lluvia de Fuego y Cuatro Agua), mientras
que en medio de la escultura aparece el Quinto Sol, con su nombre de Nahui
Ollin o Cuatro Movimiento, en el cual el signo movimiento está formado con los
cuatro cuadretes de los soles anteriores. b) La Piedra de los Cinco Soles forma
con los cinco nombres la cruz del llamado quincunce, en la cual Nahui Ollin es
la figura central (los otros cuatro, en el mismo orden levógiro que los de la
Piedra del Sol, si se empieza abajo a la derecha). c) El tepetlacalli llamado
Piedra de los Soles, del Museo Nacional de Antropología, tiene en cada una de
sus caras laterales la figura de uno de los cuatro soles que representan las
cuatro eras anteriores a la ecuménica y las cuatro columnas de los extremos del
mundo (en la foto, Cuatro Viento a la izquierda y Cuatro Lluvia de Fuego a la
derecha).
Fotos: M. A. Pacheco / Raíces; The Art Institute Of
Chicago
Tomado de Alfredo López Austin, “8. La máquina
cósmica y el tiempo espacio mundano”, Arqueología Mexicana, edición especial,
núm. 69, pp. 40-55.
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