Las culturas precolombinas como la Azteca y la Maya, realizaban a menudo
rituales en la pubertad, de nuevo con la intención de indicar que esa pequeña
ya no sería tratada como una niña, sino como una verdadera mujer. Pero aparte
de eso significaba que un hombre podría tomarla cuando quisiera para
reproducirse y formar una familia. Cuando las chicas llegaban a esa edad, eran
llevadas a una escuela llamada Telpochcalli; allí aprendían tradiciones,
cultura e historia y se preparaban para el matrimonio.
La llegada de los españoles en los siglos XV y XVI trajo consigo la
imposición del pensamiento católico. Acto seguido se empezó a colonizar esa
Nueva España por medio de la Iglesia católica y sus creencias. La invasión y
colonización española era inevitable, por lo que en poco tiempo se fusionaron
las tradiciones indígenas con las católicas, sin embargo la fiesta de los 15
nunca pudo unificarse del todo. ¿Cuál fue el motivo de que no se
adaptara a esos nuevos tiempos?
Se dice que la Iglesia católica hizo lo imposible por destruir esta
tradición milenaria, pero el pueblo indígena no lo permitió, y siguió
practicando esta celebración. El fin de esta fiesta era mostrar a la nueva
señorita en sociedad, y hacerle saber a los demás que su hija ya no era una
niña, sino una mujercita en edad de casarse y procrear. Ciertamente habrá gente
que se enfade por esta tradición y la considere un tanto machista, ya que trata
a la mujer como meros objetos.
Pero misteriosamente la costumbre empezaron a seguirla familias acomodadas
y adineradas del Nuevo Mundo. Éstos invitaban a las otras familias que tuvieran
hijos jóvenes, con la intención de casar a su hija con el que chico que mejor
le convenga a los intereses de la familia. Se realizaba una fiesta, una cena y
un baile, en el que los candidatos iban conquistando a la chica y a su familia
con sus modales, actos, lenguaje y poderío económico.Aparte de esta fiesta
se producía algo más, que seguramente ya estés imaginando...
Es importante resaltar que si la chica no era “pura y casta” no podía tener
esta fiesta; ya que Estrenarla era un privilegio muy especial para el joven
afortunado que se casara con ella. Gracias a estos vínculos entre los hijos,
las familias poderosas creaban lazos de parentesco con otras igual de
adineradas, asegurando mayor rentabilidad y beneficios en sus negocios. Como
habrás deducido, tras esta capa de celebración hay un trasfondo en el que
solamente interesa el dinero y el poder.
Lo que importaba realmente en esa época era la familia; en la mayoría de
los casos, la felicidad de la joven era el detalle que menos se tenía en
cuenta. Como habrás imaginado, existen cientos de casos de adolescentes que se
escaparon o se fugaron con su verdadero amor adolescente, dado que no
querían ser obligadas a casarse con un hombre por orden de sus padres. Pero su
opinión no tenía validez por aquel entonces...
Una gran parte de las jóvenes que fueron ofrecidas durante la celebración
de la fiesta del decimoquinto cumpleaños se casaban con el hombre que su padre
escogía. Para nada importaba lo que ellas pensaran, tenían que obedecer a su
padre. Había extremos en los que, sin sentirse atraídas por sus esposos, tenían
que soportar acostarse con ellos. Podría decirse que todas las noches eran
abusadas por sus maridos, esos hombres que ellas no habían elegido.
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