domingo, 8 de enero de 2017

“El sacudidor de ciudades”. Un jeroglífico maya para ‘mover, temblar o terremoto’

Erik Velásquez García, Octavio Q. Esparza Olguín Es probable que la expresión yu[h]klaj kab’ (yu-ku-la-ja KAB’), ‘la tierra se sacudió’, sea el registro único de un terremoto en el corpus de las inscripciones mayas. La raíz verbal yuhk es habitual en el nombre de varios gobernantes mayas de la dinastía Kanu’l o de la Cabeza de Serpiente y existe evidencia de que también se utilizaba en ciertas expresiones de nacimiento visibles en las inscripciones de Palenque. En 2001 David S. Stuart descubrió la presencia de una expresión verbal escrita por medio de jeroglíficos mayas en un bloque del fragmentado panel de estuco del Templo XVIII de Palenque, Chiapas. Dicha expresión tiene la lectura de yu[h]klaj kab’ (yu-ku-la-ja KAB’), ‘la tierra se sacudió’, y como el propio Stuart señaló, parece tratarse del registro único de un terremoto en el corpus de las inscripciones mayas, aunque debido al estado fragmentario del panel de donde proviene, no es posible determinar en qué fecha ocurrió. Nueve años después, Marc U. Zender reconoció que la raíz de aquella expresión, yuhk, ‘agitar, temblar’ o ‘sacudir’, correspondía a una categoría especial de verbos mayas llamados afectivos o de reiteración, que se caracterizan por referirse a una acción repetitiva; por ejemplo: b’aj, ‘martillar’, jop, ‘encender’, o tak, ‘secar’. Como el mismo Zender descubrió, en la lengua de las inscripciones mayas esa clase de verbos suele añadir el sufijo -laj, que los identifica como afectivos. Es preciso agregar que el vocablo yuhk también es un sustantivo para ‘terremoto’ en idiomas como el chol, chortí y maya yucateco. Nombres de gobernantes mayas La raíz verbal yuhk es habitual en el nombre de varios gobernantes mayas de la dinastía Kanu’l o de la Cabeza de Serpiente, cuyo glifo emblema se asociaba durante el Clásico Temprano con Dzibanché y el sur de Quintana Roo, pero con Calakmul entre 635 y 736 d.C. En el caso de esos dignatarios mayas forma parte de la expresión yuhkno’m; como sucede, por ejemplo, con los señores Yuhkno’m Ch’e’n, Yuhkno’m Ti’ Chan o Yuhkno’m Yihch’aak K’ahk’. En 2006 Erik Velásquez García y Carlos Pallán Gayol propusieron que en dicho tipo de construcciones el verbo yuhk es seguido por dos partículas: a) un sufijo antipasivo -(V)n, que lo señala como un verbo que promociona el sujeto, pero cuyo objeto directo se encuentra degradado, y b) un sufijo agentivo -o’m, que denota la persona que realiza la acción. Por lo tanto, yuhkno’m se traduciría como ‘agitador’ o ‘sacudidor’, interpretación a la que también llegó Zender en 2010. Velásquez García, Erik, y Octavio Q. Esparza Olguín, “El sacudidor de ciudades”. Un jeroglífico maya para ‘mover, temblar o terremoto’”, Arqueología Mexicana núm. 123, pp. 84-87. • Erik Velásquez García. Doctor en historia del arte por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde imparte asignaturas sobre arte prehispánico y epigra-fía maya. Investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, especialista en arte y escritura jeroglífica maya. Ganador en 2011 del Premio de la Academia Mexicana de Ciencias a la mejor tesis doctoral en humanidades. • Octavio Q. Esparza Olguín. Arqueólogo por la ENAH, epigrafista del “Proyecto Arqueológico El Palmar. Urbanización del espacio social en las Tierras Bajas ma-yas”. Realiza estudios de maestría en el Programa de Posgrado en Estudios Mesoamericanos de la UNAM.

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